Borré todas esas tristes palabras intercambiadas a duras penas tras tantos intentos para que me contestaras algo, he borrado esas palabras que me hicieron tan felices durante días aún sin ser realmente importantes para ti, para nadie.
He borrado pequeños recuerdos, breves recuerdos, conversaciones después de nuestras noches, declaraciones de amor fallidas, chapadas infravaloradas.
No es la primera vez que borro nuestras conversaciones, no es la primera vez que creo que borrándolo tu también te borrarás, porque en realidad nunca, NUNCA TE BORRAS.
Puede que algún día aparezca un "hola" fugaz por tu parte sin intención en realidad de comenzar una conversación, puede que algún día saludes simplemente por compromiso, porque siempre lo hacía yo.
Puede que nunca vuelvas a hablar, puede que de verdad te borres, que quedes poco a poco en el olvido de mi lista de contactos que un día dejaron de importar o que directamente nunca importaron.
Puede que un día no tenga la necesidad de saludar, de saber de ti, de verte, de volver a besarte.
Pero ahora si, me haces falta, no sé por qué, quizás es porque fuiste lo único bueno de mi vida durante tantos momentos malos.
Quizás te tengo en un pedestal y en realidad no eres para tanto, pero yo sólo sé que te quiero a ti, y también se que lo intenté todo.
Te he borrado, y no tengo intención de saludar yo primero.
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