lunes, 23 de diciembre de 2013

2013-------------> 2014!!! Go!!!!

Otro año más , otro viejo año acaba.
Toca despedir un 2013, 12 meses, 48 semanas, 4 rupturas de corazón, 14 disgutos, 2 desgracias y 765 sonrisas.
Posiblemente el peor año de todos, el más duro, el más largo pero a la vez el más corto.
El más insignificante pero a la vez el más importante, un año que desde luego ha pisado fuerte, ha marcado huella.
Un año importante, un año en el que he avanzado y retrocedido.
He aprendido, he desaprendido, he ganado y he perdido.
He reído, he llorado, he maldecido todo, incluso quise que todo acabara, pero como otras tantas veces lo mejor que hice fue continuar, aún con todo.
Un año del que creí que no lograría recuperarme, en el que creí que no sería capaz de levantarme, de volver a sonreír, creí quedarme estancada en un pozo sin fondo, creí no volver a ver el sol, creí no volver a despertar, pero aquí estoy, siendo más fuerte que nunca, optimista, sonriendo incluso a las cosas que no quiero, ignorando lo malo.
Perdí la ilusión por demasiadas cosas, me rompí, caí, hundí, tantas veces como tantas veces me levanté.
Pero me alegro, me alegro de todo lo malo, porque sin lo malo no habría sido capaz de darle importancia a lo bueno del 2013 y no sería la persona que soy ahora, cambiada fuerte, con ganas de más!.
Porque siempre hubo mil sonrisas, mil momentos buenos que jamas seré capaz de olvidar, momentos de verdad, de esos que siempre se te quedarán guardados en la memoria unidos a la más eterna sonrisa.
Como no olvidar mis amores y desamores y a mis perfectas noches hasta el amanecer, mis anécdotas eternas!!!.
Puede ser que el 2013 no estuviera hecho para brillar, puede que no fuera el mejor, puede que fuera el más jodido de todos, pero alegra saber que ya pasó, que ya pasó y que pudimos con el.


Muchas personas nuevas han llegado a mi vida, otras tantas han continuado en ella, otras tantas me han alegrado, sorprendido para bien y desilusionado como nadie, defraudado, traicionado, dolido, amado, querido, otras tantas se han ido por su camino, para no volver o quizás si.
No lo sé, pero me alegra saber que tengo a mi lado a la mejor familia, a la mejor hermana y a los mejores amigos aún a mi lado, porque al fin y al cabo no necesito más para mi 2014, y todos los que estén por venir.

Siempre estuvo ahí.

Nunca le vi, pero siempre estuvo ahí, delante de mis ojos.
Posiblemente es la primera vez que he sentido encajar con alguien, como una sinfonía perfecta, como esa perfección que sola no alcanzo.
Él es pura química, la química que le faltaba a la fórmula, ese algo que me hace imposible poderme resistir.
Quizás sea cierto que no compaginamos y que querer forzar esto no sea más que un error, que hacer lo feo bonito no sea lo nuestro, pero sólo me apetece equivocarme contigo.
Contigo no me hace falta pensar en nada, porque sólo me limito a volar.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Ha pasado mucho tiempo.

No espero que vuelvas porque sé que no lo vas a hacer jamás, ni tampoco espero que pienses en mi, porque deje de existir para ti desde mi primera lágrima, mi primer sollozo y mi primera noche sin dormir.

Pero te escribo para contare que de nuevo llegó el otoño y ya casi el invierno, y que ya en la recta final de olvidarte tú has vuelto a mis pensamientos, aún recuerdo lo feliz que era a tú lado, lo cálido que fue el invierno, y lo frío que comienza a ser este.
Curioso es que apenas viví tiempo contigo, todo fue tan breve para lo largo que está siendo el olvido, todo es tan difícil comparado con lo fácil que todo era a tu lado.
No logro entender por qué no soy capaz de saber vivir sin ti, aún pasados los meses, las estaciones, sigo sin saber ser feliz, y las veces que casi estuve a punto de lograrlo sólo fueron ilusiones que terminaron rompiéndome el corazón un poco más de lo que ya lo estaba.
Tengo miedo de estancarme, de convertirme en uno de esos escritores que le escriben desesperados a sus inalcanzables musas hasta el final de sus días, dejando preciosos escritos para todos, pero inexistentes para sus destinatarios.
Tengo miedo de haberme dejado la cordura y las ganas de vivir en tus brazos, pero aún más miedo de no volver a abrazarte jamás.
Por siempre tuya, aunque tú no lo sepas, y nunca mía, porque ni yo me quiero.

Irónico es que la personas que más amo es la que más daño me hizo, pero supongo que eso te hace ser el especial, el diferente, el "imborrable".
En mi vida nada va bien, ni nada me motiva ni hace feliz, vivo en una vida vacía a la que me resigno a vivir porque no queda otra, porque yo no tengo problemas con la vida, sino con mi constante sufrimiento.
Ni siquiera sé a quién escribo esto, a ti o a mi infelicidad, porque posiblemente seas una escusa para escribirle a alguien todo mi dolor.
Dolor que perdura desde que ya no estás.
Algo cambió con tu ida, quizás fui yo que me perdí en alguna parte del camino, quedando sólo un cuerpo capaz de realizar sus funciones vitales y nada más.
Desearía tanto ser feliz, ser como todos.
Desearía entender qué me lo impide, que es lo que no me deja serlo, encontrarle algún sentido a esta vacía vida sin propósitos, ni sueños, ni sonrisas verdaderas.

No habría nada mejor que dejar de ser una muerta en vida, levantarme de la cama para mi es una lucha diaria entre mi "yo" y "lo correcto".
Ojalá algún día vuelva a vivir, y vuelva a sonreír con la misma intensidad con la que un día lo hice, y que cada respiración y cada latido no signifiquen solo resignación, sino  ganas de vivir, ganas de comerme el mundo.
Sólo me queda esperar.