miércoles, 7 de agosto de 2013

Lloro.

Nunca lloraré lo suficiente.
Me suelo decir a mi misma "esta es la última vez que lloro por él", pero siempre lo vuelvo a hacer.
Suelo pensar que las lagrimas harán que me desahogue, que me harán sentir mejor, pero no es así.
El dolor siempre esta ahí, siempre me acompaña, nunca se va, nunca.
Es tanto dolor el que siento que empiezo a pensar que ya es parte de mi, que tendré que soportar todo esto hasta el final de mis días.
No consigo ver el final, él siempre duele, él siempre dolerá.
Y lo mas triste de todo es que YO AMO A ESE DOLOR.

No hay comentarios:

Publicar un comentario