lunes, 6 de mayo de 2013

Pierde con diplomacia avanza victorioso.

Llega un momento en el que las personas no aguantamos más, se nos llena el cuerpo de pies a cabeza de palabras no dichas, no las podemos retener más y empiezan a desbordarse, a salir en forma de lagrimas, comienzas a llorar y no entiendes porqué, quieres evitarlo pero no lo consigues.
El cuerpo, mente, cerebro y corazón te piden que hables, que ya no pueden hacerse cargo de tantas palabras no dichas, que ya no hay sitio para ellas en ti.
Hablas, por fin lo has dicho todo, te sientes bien al final aunque ese periodo de tiempo haya sido de los peores, el momento de máxima vulnerabilidad y quizás el más patético en mucho tiempo.
Pero qué más da? ya está, ya está dicho todo y posiblemente esto te ayude a avanzar, porque cuando ya lo has dicho y hecho todo, todo ello en vano, no te queda más que retirarte.

Y aquí estoy yo, retirándome de mi causa perdida viendo que aunque haya querido con todo mi ser y haya hecho todo lo que estaba en mi mano no lo he conseguido.
Al menos me voy habiendo dejado las cosas muy claras.
No quedan cabos sueltos pues todo está dicho y todo está hecho.

Me duele, pero es así, la vida no quiere darme esto y espero creer que es porque Dios me tiene algo mejor.
Y no es una actitud derrotista, simplemente entendí que hay cosas que si no son ahora es imposible que sean algún día.

Me llevo de todo esto las mejores experiencias de mi vida unidas a las peores.
Creo que no me arrepiento de nada, he podido conocer a alguien impresionante aunque me haya hecho daño, mucho daño, no podré negar que para mi ha sido la persona más increíble que he conocido, pero que por mucho que le haya querido, por mucho que haya esperado y por mucho que lo haya intentado, él no estaba hecho para mi, o por lo menos, yo no estaba hecha para el.
Me voy con la cabeza alta, alta por haberlo intentado por haberlo dicho todo, por haber querido con todas mis fuerzas y haber sido capaz de darlo todo de mi por algo que quería de verdad.
Me esforcé por algo que quería, di lo mejor de mi, jamás intenté tanto algo, aunque haya perdido se que luché por ello, se lo que es luchar por algo y perder con diplomacia.

Seguramente después de lo de ayer no vuelva a saber de él, pero bueno si la vida nos tiene que volver  a juntar nos juntará y sí no, simplemente seguiremos nuestra vida sin volver a saber nada el uno del otro, a seguir igual que como seguíamos antes de saber acerca de nuestras existencias.

Pase lo que pase lo aceptaré, pues hay que aceptar la vida como nos viene, todo pasa por algo, nunca por nada.

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